Todo un clásico.
Se trata de 4 vasos de diferentes tamaños. Llenas de leche el más grande y lentamente viertes la leche al siguiente vaso que es algo más pequeño. Y es como si la leche disminuyese porque el segundo vaso queda repleto de leche sin derramarse una sola gota. La operación se repita dos veces más y al final la leche se vierte en un pequeño vasito llenándolo al completo y también sin derramar ni una gota.
El proceso también puede realizarse a la inversa, del vaso más pequeño al más grande, dando la sensación en este caso que la leche aumenta de cantidad en cada trasvase.