Se muestra una barrita de madera con un agujero y una bolita metálica dentro de él.
Obviamente, si el espectador gira el bloque cara abajo, la gravedad actúa y la bola cae.
Sin embargo el mago es capaz de hacerlo, una y otra vez, sin que la bola caiga.
Todo el material es examinable antes y después de tal proeza inexplicable.