El mago muestra un pañuelo y lo agita y arruga en su mano para demostrar que no tiene nada extraño.
Ahora, lo lanza al aire y dándole unos toquecitos con la palma conseguirá que se forme un bonito conejito.
No necesita preparación ni técnica y el reseteo es tan sencillo como desplegar el pañuelo de nuevo.
Un efecto ideal para llevar siempre encima y realizar a todo tipo de público y en cualquier situación.
La calidad de la fabricación de Belén Garrido, artesanal y cuidada, como a nosotros nos gusta.