Se muestra una cajita con una pequeña ventana circular en la parte superior que deja ver el interior vacío. Es la única apertura que hay en la caja, ya que el resto está completamente cerrado y sellado de fábrica. Pero esta apertura está cubierta por una ventanita de plástico. Es decir, el interior es completamente inaccesible. El Mago ahora pide prestado un billete y se lo lleva a la espalda junto con la cajita. En un abrir y cerrar de ojos el billete estará dentro de la caja. El espectador puede inmediatamente examinar la cajita sin comprender cómo ha metido el billete en el interior. El Mago ahora vuelve a llevarse la cajita a la espalda y, en solo un instante, devolverá la cajita vacía y el billete al espectador, que intentará hacer lo mismo sin ningún éxito.