Ofrece un sharpie a un espectador para que firme algo... una carta por ejemplo. Ahora solicita que vuelvan a tapar el sharpie. Pero para los espectadores es imposible, el tapón es literalmente un bloque sólido y no es posible tapar el rotulador.
La única manera de resolver este problema, es coger nuevamente la tapa y estirarla hasta tres veces su longitud normal, para volver a tapar el bolígrafo en forma indiferente y meterlo de nuevo en tu bolsillo.
Con ideas adicionales que utilizan una bola negra número 8 y rutinas completas explicadas por David Penn.
¡Ideal para magos creativos!