El mago enseña cuatro círculos de madera en los cuales hay grabadas una hoja de árbol diferente en cada uno. El espectador selecciona una con la que va a jugar y coloca las cuatro en el orden que quiera.
Ahora el mago saca unas instrucciones, que han estado siempre a la vista en una carterita. El espectador mueve las fichas de madera con total libertad según las instrucciones y se van descartando hasta solo quedar una.
A pesar de haber movido totalmente al azar los círculos, se cumple todo lo escrito... ¡Incluida una sorpresa final!
¡Se entrega todo lo necesario para realizar el efecto!