Se muestra una diana con diversos números y tres pelotitas de velcro.
El espectador lanza las tres pelotitas y con su propia calculadora va multiplicando los números que el hazar le otorga. Esta operación la puede repetir una vez más, incluso dos y tres...
Finalmente al darle igual a la operación sale un resultado bastante amplio. El mentalista le pide que piense en uno de los números de ese resultado y que le nombre el resto en el orden que desee.
Como por arte de magia y sin titubear, el mentalista adivina el número en el que está pensando.
Un juego sencillo, directo, participativo y muy impactante.