Todo un clásico de la magia en el que el mago da a elegir una carta al espectador. La carta es devuelta a la baraja y las cartas de la baraja se echan en el interior de una chistera (o cualquier otro recipiente).
El mago ahora coge una cuerda, la introduce en la chistera y, sin realizar ningún tipo de manipulación y teniendo siempre la mano que sujeta la cuerda a la vista, saca la cuerda con la carta elegida por el espectador completamente enlazada en el extremo que se ha introducido.
Un modelo fabricado en cuerda de calidad, con buenos acabados, por Miguel Pizarro.